En Dimension Lab no nos gusta del todo limitar a 6, 7 u 8 las dimensiones del BIM. Para nosotros, estas son infinitas.
Nos parece mucho más interesante hablar de los objetivos y usos BIM, como propone la guía de Pensilvania y en cuya interpretación coincidimos aún más con es.BIM.
Aún así, vamos a intentar resumir las dimensiones del BIM de las que tanto se habla y que son muy útiles para ordenar un poco el sistema operativo y también para aclarar algo las ideas a los usuarios menos técnicos:
2D: Documentos de consulta, informes gráficos, planos para licitación y legalización de obras.
3D: Modelos de estado actual, modelos de prevención de riesgos, animaciones, infografías, VR, AR, replanteos, procesos de montaje prefabricados.
4D: Planificación, simulación de fases de proyecto, organización de tareas lineales, verificación gráfica de obra construida para aprobación de pagos.
5D: Estimación de costes en tiempo real, extracciones detalladas y cuantificaciones para control de coste real, verificaciones de compatibilidad de sistemas de instalaciones.
Asignación de habitaciones, espacios y sistemas de instalaciones (fontanería, saneamiento, electricidad, telecomunicaciones, climatización, etc)
6D: Sostenibilidad, análisis energéticos, soluciones pasivas, seguimiento de la eficacia de los equipos y espacios, planes energéticos.
7D: Gestión de edificios, gestión de activos, modelos unificados y estandarizados para exportaciones exitosas, simulaciones del ciclo de vida y planes de mantenimiento.
8D: Piensa y sigue...
Puede que encuentres otras descripciones similares y/o contradictorias, pero esto no es más que una simplificación de las posibilidades del BIM dentro de un flujo de trabajo muy estándar.
Como conclusión, creemos firmemente que el activo más valioso que podemos tener ahora para la promoción y gestión de activos e inmuebles, reside en que mantengamos nuestros modelos BIM actualizados y consolidados. Solo así podremos aprovechar el valor de los modelos BIM e ir introduciendo más USOS a nuestros activos.
¿Esto qué quiere decir? Pues que no solo debemos tener el BIM en mente a la hora de diseñar y construir sino que, ya sea a través del estudio que lo desarrolló o a través de una empresa de FM, tenemos que dejar constancia de lo que se hace durante la vida útil de la edificación.
¿Y esto, a su vez, qué quiere decir? Pues que mantenimiento y gestión de activos es el sector que más debería estar preparándose para estas dimensiones. Con la tecnología BIM podemos hablar de tantas formas de explotación como la tecnología de automatización nos deje soñar.
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