La experiencia del uso de BIM en estos últimos años en la industria de la construcción nos ha enseñado los beneficios de esta tecnología, desde el inicio del proyecto, con respecto a la coordinación de disciplinas, la detección temprana de errores en fase de diseño, el ahorro de costes innecesarios o derivados de errores de coordinación, la exactitud de los cálculos de costes de obra, seguimiento de trabajos in situ, cuantificación de certificaciones de obra ... Todos estos factores, entre otros, han sido afectados positivamente tras la adopción de este sistema de trabajo, pero todos ellos se refieren a las fases de diseño y construcción de la edificación (dimensiones 1D a 6D), dejando un nicho de negocio muy amplio con respecto al uso de los modelos en las fases posteriores a la finalización de las obras.
¿Cómo se puede utilizar BIM (Building Information Modeling) después de la etapa de construcción para aplicaciones de gestión de espacios, instalaciones y proyectos?
Uno de los puntos más escuchados sobre BIM es que es solo un modelo 3D. Es fácil entender por qué persiste este concepto erróneo sobre BIM, al fin y al cabo la parte más evidente es la creación de un modelo digital de la construcción. Sin embargo, estos mitos suponen un gran obstáculo para BIM y su capacidad para ofrecer beneficios sustanciales a cualquier proyecto en cada etapa de desarrollo.
Sin embargo: BIM es mucho más.
Al BIM se le puede sacar un provecho tremendo también tras la construcción, en las denominadas dimensiones 7D, 8D, 9D y 10D.
Examinemos cada una de ellas para averiguar los beneficios que proporciona en cada fase post-construcción:
¿Cómo se puede usar una vez que se ha completado la construcción?
A lo largo de las etapas de diseño y construcción de un proyecto, se crean una gran cantidad de datos. Tradicionalmente, en la transición a la operación activa de una instalación, los equipos de construcción y desarrollo generalmente transfieren esta montaña de documentación a los profesionales de gestión del edificio. Desafortunadamente, los datos no están optimizados para tal transferencia: los trabajadores deben extraer la documentación proporcionada para obtener datos relevantes y cargarlos manualmente en sus propios registros. Este es un proceso que requiere mucha mano de obra, lo que incurre en la potencial de pérdida o inexactitud en la entrada de datos, además de un gasto económico importante.
Sin embargo, cuando se utiliza BIM durante la construcción, se garantiza una transición de datos entre fases continua, evitando la pérdida de éstos y garantizando a los propietarios de las instalaciones que poseen un "gemelo digital" de la construcción finalizada. Con la información actualizada del modelo as-built de una construcción los gerentes pueden tener acceso a datos esenciales sobre cada detalle de la edificación y cada elemento de una instalación. Debido a que cualquier cambio realizado durante las diferentes etapas de la construcción se representa en el modelo BIM, los datos de las instalaciones entregados a los propietarios reflejarán perfectamente el sitio tal como se construyó: esto elimina la posibilidad de cualquier discrepancia resultante de un cambio de planes mientras se construía la instalación.
¿Cómo ofrece BIM resultados para el mantenimiento?
Al almacenar todos los datos necesarios en una ubicación centralizada, BIM proporciona fácilmente a todas las partes interesadas la información que necesitan de una forma inmediata y precisa, facilitando cualquier consulta para posibles mantenimientos o incidencias futuras del edificio.
Mantenimientos periódicos (7D)
Incidencias (8D)
Otras ventajas que ofrece BIM en la fase de explotación de la edificación
Lean Construction (9D): Consiste en la adaptación de los principios de la mejoría continua y en la adopción de procesos aplicados en la fabricación industrial a la gestión de los procesos de construcción. Esta adopción optimiza procesos repetitivos en la construcción, generando un ahorro considerable de materiales, tiempo, mano de obra y, por tanto, económico. El sistema Lean Construction se caracteriza por:
Mayor calidad en la construcción.
Más satisfacción del cliente.
Mayor productividad.
Mejora de la seguridad.
Reducción de los plazos de entrega.
Mayor beneficios y reducción de costes.
Mejor gestión del riesgo.
CIM (10D): El concepto de CIM (City Information Modeling), requisito indispensable de la smart city, se basa en la modelización de los datos de una ciudad o un territorio. La tecnología CIM agrega un gran número de datos, como el flujo de circulación, el estado de las redes de suministro energético o la meteorología. A todo ello se suman los datos procedentes del SIG (sistema de información geográfica), que posiciona objetos como puntos de información sobre un mapa georreferenciado, y del BIM (Building Information Modeling), el gemelo digital del edificio, que contiene todas sus características físicas, técnicas y funcionales. Cruzando todos estos datos, la tecnología CIM pone las infraestructuras en relación con su territorio y permite que los promotores, los representantes de las administraciones locales o los gestores de las redes tomen decisiones informadas. También permite saber cuál sería la ubicación ideal de un edificio en función de su vocación, comercial o terciaria, y de su futuro entorno urbano (proximidad de centros educativos, medios de transporte…). Con la tecnología CIM también se pueden realizar simulaciones para averiguar, por ejemplo, si las salidas de evacuación permiten el acceso rápido de los equipos de emergencia en caso de incendio o atentado terrorista.
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